Las estadías en hoteles burbuja están diseñadas para ofrecer máxima privacidad. Cada burbuja se ubica en parcelas privadas, a menudo rodeadas de vegetación o cercadas, para garantizar la intimidad de los huéspedes. Además, muchas burbujas cuentan con servicios exclusivos como jacuzzi privado, baño completo y telescopio para la observación del cielo, permitiendo una experiencia aislada y tranquila.